No es el primer jabón de arcilla que hacemos, pero es el primero que sólo lleva arcilla verde. Los anteriores hemos combinado arcilla roja y verde, y en este caso hemos querido darle todo el protagonismo a la arcilla verde.
Os vamos a contar primero curiosidades sobre la arcilla verde, se la conoce con el nombre de bentonita, material empleado en construcción. Y se obtiene de la forma más natural del mundo, de la extracción en explotaciones abiertas en el terreno, la arcilla son sedimentos minerales que se han transformado con el paso de las edades de la Tierra y, ahora con las nuevas tecnologías y los conocimientos químicos podemos emplearlas para nuestro beneficio.
La arcilla verde se empleaba en la antigüedad por todas las sociedades, incluso los animales en las orillas de los ríos se recostaban sobre ellas para aliviar son dolencias, rozaduras o picores. Empleado en los baños, como ungüentos para aliviar heridas o simplemente como pasta protectora contra las largas horas de exposición al Sol en los campos.
Las principales bondades de la arcilla verde son su efecto antibaceriano y su acción cicatrizante. Desinfecta la piel de toxinas y la limpia en profundidad, procurándola una sensación de elasticidad y tersura en la piel. También está indicada para episodios inflamatorios en articulaciones, dolencias o lesiones, empleándose en forma de cataplasma.
Está especialmente indicada para pieles grasas o mixtas, por su capacidad de absorción. Sirve para tratar las patologías del acné, los puntos negros, los poros abiertos y regula el exceso de grasa.
Este jabón hemos querido imprimarle un carácter másculino, y lleva aa.ee. de cedro, árbol de té y sándalo. Son tonos menos afrutados con más fuerza y un toque a madera. Aunque es perfecto para cualquier persona con ganas de darse un capricho y cuidarse la piel.
Tenemos que concienciarnos que la piel es el órgano más extenso del cuerpo y el más vulnerable a los agentes externos y que por verlo todos los días no hay que despreciar su cuidado y salud.
